En que el servicio del taxi debe ser rápido y eficiente coinciden los profesionales del sector y los ciudadanos en general, pero cuando se desciende a lo concreto, ¡ay, la realidad dista mucho de lo que se predica! Así, por ejemplo, cuando un ciudadano marca en Málaga el 952320000 puede esperar o solo unos instantes o casi diez minutos, en el primer caso se le presta un buen servicio, en el segundo pésimo. La solución no es otra que contratar operadoras que atiendan al cliente a la mayor brevedad posible pero, claro, esto supone costes y la plataforma de los taxistas malagueños intenta evitarlos, aunque el perjudicado sea el cliente que tiene prisa en desplazarse.

En la grabación del servicio se puede escuchar que “nuestras operadoras están ocupadas y enseguida le atienden”, el “y” debería sustituirse por “pero”, aunque esta es ya otra cuestión.