Los jueguecitos de Rosa María Mateo, presidenta y administradora de la RTVE, diciendo muy seria que su puesto está a disposición del Gobierno mientras sigue al frente del ente, a pocos convencen ya. Si no la remueven, que dimita, y entonces sí que estará el cargo a disposición del Ejecutivo, que hace ya tiempo que señaló que el nombramiento era provisional. Pero ¿cómo le van a decir a esta señora que se vaya, al menos de momento, si tan bien ha servido a su señor? Tan importante sillón tendrá que tratarlo Sánchez con Iglesias, que el amigo de Maduro también quiere lo suyo.