Una de las malas prácticas de las grandes tecnológicas relacionadas con las redes es la de imponer, quiera usted o no, sus cambios y actualizaciones en nuestros dispositivos y programas. Cuando usted trabaja es frecuente que le surja una ventana emergente ofreciéndole una actualización cualquiera, una novedad, y se le presentan solo dos opciones, instalar u “omitir por ahora”. El “por ahora” no implica que más tarde no. Ese no les interesa, pero a nosotros puede interesarnos, aunque nos escamoteen esta posibilidad. Muy mal, estas compañías imponen, no creen en la libertad del usuario.