¿Qué hacen las agencias de viajes con las que contrataron miles de ciudadanos que no pudieron, contra su voluntad, iniciar su soñado periplo por culpa del Covid-19? Desde luego, algunas no han devuelto el dinero a sus clientes dos meses después, como es el caso de Nautalia en Málaga. Buenas prácticas empresariales, sí.