Amnistía Internacional se está luciendo con España, tras defender al delincuente Hasél ahora declara que “la prohibición generalizada de todas las concentraciones y manifestaciones con motivo del 8-M en Madrid es una limitación desproporcionada al derecho de reunión pacífica establecido en el Derecho Internacional”. Y no dicen ni pío de los peligros para la salud de las concentraciones humanas en esta situación de pandemia. ¿Por qué antepone la ideología a la salud de los ciudadanos? Es una queja formal que le elevamos.