Hay empresas, caso de Intec -instalaciones eléctricas, Salvador Criado director ejecutivo- que tratan a quienes se relacionan comercialmente con ellas como ellos no quieren que les traten los demás. Esa falta de tacto con proveedores no la quieren ver reflejada en la práctica de sus clientes pero, claro, la voz se corre, que se dice, y terminan afectados. No contestan los correos electrónicos que se le envían, marean la perdiz y no dan respuesta intentando ganar  tiempo, no afrontan las decisiones que deben tomar y un largo etcétera de prácticas empresariales que dicen mucho de la compañía. Pero hay algo inexorable, el mercado acaba poniéndoles en su sitio.