Los vecinos de Horche (Guadalajara) se han movilizado contra el intento de convertir el pueblo en un gueto de la okupación. Unas 200 personas llevan años instaladas en pisos vacíos y provocan un efecto llamada a nuevos indeseables. Estos pisos son propiedad de una filial de Caixabank. Que las autoridades no impidan el establecimiento de estos amantes de la propiedad ajena, revela el grado de corrupción política que invade la vida pública.