A veces contrastan los hoteles de reconocidas cadenas con los servicios de restaurante que ofrecen a sus clientes, es el caso, por ejemplo, del Hotel Barceló en Málaga, concretamente en Vialia. Un moderno y magnífico hotel no debería ofrecer a quienes lo frecuentan un mal restaurante, de esos que por mantel presentan un papel extendió en la mesa, con una carta reducidísima, lento cuando no inencontrable el camarero… bueno, pues es posible. Mejor no acercarse.