Que una madre secuestre a sus hijos, como hizo la famosa Juana Rivas, crea escuela. Se trata de ocultarlos a su padre biológico para hacerle daño a su expareja. Un nuevo caso. El 4 de noviembre pasado fue el primer día en que Cristina Mariscal dejó de llevar al colegio a sus dos hijos, Diego y Hugo, de 14 y 12 años. Al tener noticia de lo ocurrido, el padre de los pequeños, David Kau, un estadounidense afincado en España, decidió interponer la correspondiente denuncia judicial. Unas semanas después y en un caso tan claro, el juez falla a su favor. Pero, a mitad de diciembre, la ex decide esconderse con sus hijos sin que hasta la fecha la Guardia Civil haya podido localizarles en las provincias de Sevilla y de Cádiz. Eso sí, siempre hay una “justificación”, y es que su exmarido, del que lleva seis años divorciada, pretende vacunar a los niños de Covid, a lo que ella se opone, y hasta ahí podíamos llegar.