“Los consumidores empiezan a exigir productos ecológicos y Prolongo va en ese camino” - El Sol Digital
“Los consumidores empiezan a exigir productos ecológicos y Prolongo va en ese camino”Francisco Requena, adjunto a la dirección general

“Los consumidores empiezan a exigir productos ecológicos y Prolongo va en ese camino”

“Los consumidores empiezan a exigir productos ecológicos y Prolongo va en ese camino”

V.A.- Se acerca el final del año 2017 y Prolongo cierra su ejercicio, un año más, con crecimiento, en este caso de un 12 por ciento, según Francisco Requena, adjunto a la dirección general de la compañía. Entre tradición e innovación, la empresa, junto a Faccsa, continúa su curso consolidándose en Japón y con una nueva puerta de mercado abierta en Francia. Así, sus responsables centran sus esfuerzos en seguir ofreciendo a sus clientes calidad a buen precio sumándose a la producción sostenible para satisfacer la demanda de los consumidores, después de casi 200 años en el mundo de los embutidos y la carne de cerdo.

Finalizando el año 2017 y casi ya a las puertas de Navidades, ¿cómo se ha comportado el ejercicio en Prolongo?

En principio, en la línea de lo que estábamos esperando. Hemos sostenido ventas en ciertos formatos más tradicionales que van perdiendo arraigo en el mercado y, a su vez, ganando presencia en nuevos formatos, sobre todo el tema del loncheado, que tiene cierto pasado, mucho presente y muchísimo más futuro. En general bien, las ventas crecerán este año aproximadamente un 12 por ciento, lo que consideramos una buena cifra, dadas las circunstancias.

Durante este 2017, ¿se ha alcanzado en el exterior algún mercado en el que se tenía interés por estar?

El mercado japonés ha ido creciendo durante este año y se ha consolidado bastante. Además, hemos abierto concretamente en Francia un mercado muy importante de productos de muy alta calidad, pero esto sería en la parte que corresponde de Faccsa, con carne fresca en Francia y congelada en Japón.

¿Se aprecia, aunque sea lentamente, algún cambio en el gusto de los consumidores?

Sí, se empieza a apreciar. Las nuevas tendencias no son tan claras ni tan nítidas en España como en otros países, por ejemplo del norte de Europa, en los que se comienza a apreciar una demanda importante por un tipo de producto que ya no solo tiene una serie de características organolépticas o fisicoquímicas adecuadas, como bajo contenido en sal, sin aditivos o sin gluten, entre otras, sino que el consumidor da un paso más y exige productos ecológicos. Demandan que hayan tenido algún tipo de tratamiento especial que no confiera al producto ninguna característica particular, sino que tenga evidencia de que es animal y que haya sido tratado o producido de alguna manera determinada. En nuestro sector, el ejemplo más claro se observa en la estantería de los productos ecológicos en los supermercados, que ha pasado a ser un pequeño mural de frío de un metro y medio de ancho, con cuatro cosas puestas, a tener varios metros y mostrarse más importante. Así, si vamos a Copenhague, por ejemplo, ya los murales de productos ecológicos son casi tan importantes como los tradicionales.

Para quién no conozca mucho la empresa, ¿qué es Faccsa y qué es Prolongo?

Prolongo es un fabricante de embutidos tradicionales de la zona de Cártama, que se fundó en 1820 y que ha venido manteniendo la actividad a pesar de guerras y crisis, entre otros contratiempos, y esperamos que siga los tres próximos años, porque en 2020 cumpliremos 200 años y queremos celebrarlo bien. Faccsa es una empresa mucho más moderna, de 1941, y se dedica a la carne de cerdo, tanto fresca como embarquetada o congelada.

En los próximos años, ¿tienen alguna idea sobre la que estén trabajando para poner en marcha?

Estamos siempre realizando inversiones en los parámetros tradicionales de la industria, mayor efectividad y productividad de las líneas, lo que se traduce en mejores productos y a menor coste, que es una demanda importante del mercado, y entrando en nuevos formatos y presentaciones. En el mercado de la alimentación las demandas son de muchísimos tipos y no sólo en cuanto a precio y calidad, sino que el consumidor empieza a pedir tímidamente una serie de características de la producción que han pasado ya otros sectores. Recordamos, por ejemplo, las repercusiones tan importantes que tuvo el mercado relacionado con la fabricación de ropa y zapatillas de deporte en países con mano de obra casi esclava, aunque, por otro lado, hoy en día cuando se compra un coche nadie pregunta dónde ha sido fabricado el volante. En el mundo de la alimentación lo percibimos más claro, por lo que tenemos que centrarnos en esa producción sostenible con respeto e ir en ese camino, ya que es la única opción y no puede ser de otra manera.

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