Los hoteleros españoles que trabajan en el Programa de Vacaciones de Mayores del IMSERSO están en desacuerdo con el planteamiento que ha realizado el actual Ejecutivo para los próximos cuatro años. En los pliegos publicados hace apenas una semana, no se contempla ningún escenario que permita una recuperación de las pérdidas que este programa causa a las empresas hoteleras, motivo por el cual se está evaluando una posible impugnación de los mismos.
Desde la Confederación Española de Hoteles (CEHAT), HOSBEC y AEHCOS se ha realizado un intenso trabajo durante los últimos dos años para que el nuevo pliego recogiera la realidad de los establecimientos hoteleros: su esfuerzo inversor (sólo en Benidorm son más de 150 millones de euros en reformas y actualización de instalaciones) y el compromiso con el empleo estable, de calidad, y con importantes revisiones salariales realizadas a todos los trabajadores del sector. Pero según esta patronal, todos los argumentos y estudios presentados en las numerosas reuniones mantenidas han sido obviados por los redactores de los pliegos: vuelve a primarse la oferta hotelera de 4 estrellas sin ninguna consideración a los hoteles que han venido trabajando (y soportando) este programa en los ejercicios anteriores, que podrían verse fuera de la contratación. Además, se incluyen más servicios a cargo del establecimiento hotelero como wifi gratis, actividades que pueden ir desde clases de informática hasta yoga, taichi, concursos, bailes o conferencias de corte cultural. De igual forma, se mantiene que la ratio de trabajadores debe garantizarse a razón de 1 trabajador por cada 7,5 estancias, y que todos los menús deberán contar con una adecuada variedad y calidad de alimentos, aportando menús para necesidades especiales como celiacos, veganos, hipertensos, etc… Se incluye como novedad la obligación de poner a disposición de los usuarios una nevera para la conservación de medicamentos, sin haber consultado las dificultades de organización y gestión en una materia tan sensible como la custodia y conservación de medicamentos.
En esta definición de nuevos servicios se ha contemplado que el nuevo usuario del IMSERSO es un viajero experimentado, un cliente exigente y un consumidor informado, y en principio, la prestación de todos estos servicios no plantea ninguna dificultad para la industria hotelera.
El problema está, a juicio de los empresarios del sector, en el diseño económico del programa porque para evitar las pérdidas el precio por persona y día debería situarse en el entorno a los 25 euros y actualmente está entre 22,10 y 22,50 euros. Asimismo, los empresarios mantienen que los usuarios finales tienen la capacidad suficiente para asumir este incremento de una forma progresiva durante los 2+2 años de vigencia del nuevo programa. Además, siempre se ha ofrecido la posibilidad de ofrecer periodos de temporada en los que se pueda operar a precios más económicos para atender, precisamente, a las personas mayores con menos recursos económicos.
CEHAT, OSBEC y AEHCOS opinan que se han encontrado “un pliego demoledor”, “no sólo no contempla ningún incremento ni de la aportación del usuario ni del Estado, sino que se permite el lujo de bajar los precios de venta al público de los paquetes, hasta un 12 en algunos casos. Y con unas revisiones para la segunda, tercera y cuarta anualidad que no causan más que estupefacción: una revisión al alza del 0,92 por ciento para 2020 y la absoluta congelación para 2021 y 2022, los dos años de prórroga que se contemplan. Además, para esta prórroga, el Gobierno se concede potestad exclusiva para determinar si se ejecuta o no, sin que sea necesario el acuerdo expreso de operadores y hoteleros. Además, se ha eliminado la temporada baja: aquella temporada en la que el viaje era más económico para el mayor. Ahora todos pagan igual, los que viajen en octubre o en mayo, o los que viajen en enero.