Málaga a 30 Kilómetros por hora. Enrique de Vivero Fernández. Presidente de la Comisión Ejecutiva de TÚpatria en Málaga - El Sol Digital
Málaga a 30 Kilómetros por hora. Enrique de Vivero Fernández. Presidente de la Comisión Ejecutiva de TÚpatria en Málaga

Málaga a 30 Kilómetros por hora. Enrique de Vivero Fernández. Presidente de la Comisión Ejecutiva de TÚpatria en Málaga

El diario Sur publicaba el día 4 de mayo un artículo en el que daba cuenta de la intención del Consistorio de la ciudad de reducir, a partir del 11 de mayo, la velocidad en siete de cada diez vías urbanas a 30 kilómetros por hora.

No es culpable del todo el Ayuntamiento malagueño de esta decisión, ya que esto viene regulado por la modificación del Reglamento de Circulación que modificó la DGT y que fue aprobado por el Consejo de Ministros el pasado 10 de noviembre.

Esta es otra de las consecuencias de la agenda 2030 impulsada por la UE. La disminución de la velocidad en las ciudades se apoya en el enfoque denominado “Sistema Seguro”, que basado en una serie de estudios explica que se reduce el número de accidentes si se disminuye la velocidad de circulación. Me imagino que estos estudios habrán sido efectuados con dinero público para llegar a tan magnífica conclusión. Seguro que si los vehículos no circulasen o lo hicieran a 0 kilómetros hora no habría accidentes, pero tendríamos otros problemas.

Lo curioso de esto es que esta limitación de velocidad no afecta a los medios de transporte público, debe ser que autobuses y taxis no ocasionan accidentes por algún misterio desconocido.

También hay otra anomalía, el tiempo desde su publicación hasta la fecha de entrada en vigor de esta norma, las autoridades municipales disponían de este margen de tiempo para adecuar la señalización a las nuevas limitaciones de velocidad. En este apartado es donde el Consistorio malagueño ha decidido que no tiene prevista la señalización de las vías con esta nueva limitación, pero sin embargo tiene la previsión de colocar radares para que se respete esta norma.

Como vemos, parece ser que es más barato poner radares que nos avisen, a señalizar las vías con 30 kilómetros hora. La capacidad de nuestros gobernantes municipales no tiene límite en su afán recaudador.

Por otro lado, parece que, desde la UE, pasando por el Gobierno español y las autoridades municipales no han debido estudiar muy a fondo el tema de la contaminación. Puesto en contacto con especialistas en medio ambiente nos dicen que esto requiere un estudio matemático donde se vuelcan todos los datos de distrito calle por calle, flujo de vehículos, residentes, horarios, origen y destino y una larga lista de consideraciones, me gustaría que nuestro consistorio hiciese público los estudios en los que se ha basado para llegar a la conclusión de qué vías son las que requieren esta limitación.

La agenda 2030 tan moderna y respetuosa con el medio ambiente no ha valorado que un vehículo a esta nueva velocidad contamina mucho más, no digo esto alegremente, también especialistas en medio ambiente han alertado del aumento de contaminación en las ciudades cuando se implante masivamente esta medida. Cuando un vehículo circula más despacio en estas vías angostas permanece más tiempo contaminando, para llegar a esta conclusión no hace falta ser ingeniero medioambiental.

Añadamos a todo esto las retenciones en hora punta en esas vías estrechas y con edificios altos en ambos lados y estaremos contribuyendo a contaminar nuestras ciudades.

¿No sería más eficaz un sistema inteligente de semáforos que dinámicamente modificara los tiempos en los que cada uno cambia de color  en función del tráfico de la vía? La velocidad se podría adecuar a esa optimización para que en cada momento el número de vehículos parados fuese el menor posible.

Mientras nuestros ediles piensan si hacen públicos los estudios, que deberían haber hecho, contaminemos nuestras ciudades y no nos preocupemos que siempre habrá un radar escondido para recordarnos que esta era una vía limitada a 30 kilómetros hora.

 

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