“Mi principal regla es no entrar en el juego de las ‘mordidas’ ni de las comisiones” - El Sol Digital
“Mi principal regla es no entrar en el juego de las ‘mordidas’ ni de las comisiones”Francisco Hernández

“Mi principal regla es no entrar en el juego de las ‘mordidas’ ni de las comisiones”

Francisco Hernandez, empresario malagueño que trabaja el aguacate en Guatemala

 

Vicente Almenara.- Francisco Hernández se reinventa a cada paso. De Buzonalia -empresa de reparto de publicidad- a Geomedia, y desde hace unos años pone en contacto a exportadores e importadores de Centroamérica , en concreto de aguacates de Guatemala, aunque explora otros comercios. Las mentalidades a una y otra orilla del Atlántico son muy distintas y todo marcha más despacio de lo que desearía, pero esto es también la internacionalización.

¿Cuánto tiempo llevas en Guatemala y qué “cosecha” ha recogido?

Desde el 2002. He desarrollado diferentes proyectos, el último en el que estoy sumergido desde  2016 es sobre la cadena del valor del aguacate.

¿En qué momento se encuentra?

Llevamos la asistencia técnica a minifundistas. Son personas que tienen media hectárea o una hectárea, muchas son mujeres que han heredado las fincas de sus padres, aunque las estén cultivando sus maridos, y lo que hacemos es mejorar las calidades técnicas para que el producto entre en Europa. El mercado chileno, peruano o colombiano ya se regularizaron hace muchos años y empezaron a trabajar en eso; y Colombia empezó a quitar café porque con este producto estaban empobrecidos y lo cambiaron por el aguacate, que tiene una gran demanda.

Entonces, establece contacto con estos indígenas de Guatemala para que puedan vender sus aguacates a Europa. ¿Dónde entran los agricultores españoles?

Como es bien sabido, toda la costa de la Axarquía de Málaga y la Costa Tropical de Granada son las zonas donde están los principales productores de aguacates a escala nacional, pero estos agricultores, además, se han convertido en comercializadores y exportadores al resto de Europa. La ventana de producción del aguacate en España no tiene nada que ver con la ventana de producción de los países sudamericanos. Lo que se pretende es abrir la ventana de producción que tiene Guatemala con 320 microclimas y que en 15 kilómetros puedes pasar del calor al frío extremo. La ventaja es que esto genera que nos encontremos aguacates a 1.000 y 2.500 metros, por lo que la fecha de producción es totalmente diferente a la de España y les viene bien a los productores y agricultores de España porque van a tener aguacates prácticamente durante todo el año.

¿Les garantizan a los indígenas de Guatemala una determinada producción?

Les garantizamos que todo producto que vaya con calidad de exportación se le compra al cien por cien. Todo aguacate que pese más de 150 gramos por unidad, que sea rugoso…, el aguacate variedad Hass puro, que tenga calidad se le garantiza en el contrato el cien por cien de compra. Eso se mide en origen en las propias empacadoras, que son las que se encargan del acopio y de la calidad, todo lo que no cumpla ese perfil se queda en el mercado local, que también tiene su consumo. Hay que tener en cuenta que el aguacate, últimamente, está presente en el desayuno, almuerzo y cena. ¿Qué tiene bueno Guatemala?, pues que tiene todo lo necesario para el aguacate.

¿Y los precios del aguacate?

Los precios los pone el mercado. El importador va a comprar directamente al exportador, no como en otros mercados, caso del chileno o el peruano, que están más organizados. El importador va a pagar el precio que esté marcado por el mercado en esa fecha de compra, por ejemplo, si coincide con la fecha de compra de Perú el precio será menor ya que habrá más competencia. Esto es la oferta y la demanda, lo positivo del aguacate es que tiene sobredemanda.

¿Qué ventaja obtiene el productor?

El productor local, ahora mismo, está malvendiendo el producto. Meten los aguacates en cajas y los venden en la carretera. Allí hay una figura esencial que es el llamado ‘coyote’ que va de finca en finca comprando el producto para distribuidores locales que pueden distribuir a Europa o a territorio local. El inconveniente es que allí la gente no sabe los costes de producción. Le preguntes a quién le preguntes no lo sabe, y ahí es donde entro yo también porque les ayudo profesionalmente a saber cuáles son sus costes de producción; es más con ciertos ‘coyotes’ ya hemos tenido algún que otro enfrentamiento, pero aún así nos viene bien que trabaje con nosotros y traerlo a nuestro terreno porque ahí tendríamos cubierta la demanda local. El aguacate bueno realmente es el que va dirigido a Europa y el resto, el que se llama de rechazo, que no tienen las características del perfecto aguacate, se queda en Guatemala.

¿Existe diferencia de mentalidad entre el productor de la Axarquía y el de Guatemala?

Son radicalmente diferentes, pero en el momento en el que esa persona vea que se le llena el bolsillo de dinero pues va cambiando su mentalidad. Realmente, ve que va a vender su producto a un precio decente simplemente siguiendo las características que le solicitamos para la exportación.

¿Ellos han sido educados en la economía de mercado?

No. Los agricultore están educados en la subsistencia pura y dura. Que algunos comen dos veces al día, pues fantástico. La idea es que coman tres veces al día, no que se vayan a comprar nada. Es radical el cambio que para ellos es vender el kilo de 10 céntimos a un euro o dos el kilo. Yo no sabía del aguacate hasta hace dos años que me metí en este proyecto, pero si cumples escrupulosamente con los calendarios técnicos puedes sacar un buen producto. Y en Guatemala se da la circunstancia de que hay tierras muy buenas para esta fruta. Todo esto empezó a raíz de una pregunta que le hice al ministro de Desarrollo Económico de Honduras hace unos años, ¿cuánto importa Honduras en aguacates?, y me contestó que unos 12 millones de dólares anuales y que genera riqueza interior. Es un ejercicio muy simple que nos llevamos a Guatemala, ya que importa grandes cantidades porque está incorporado el aguacate en su dieta diaria. Así que pensamos en hacer un proyecto que no fuese público, que no dependa de subvenciones, cooperativas … porque no funcionan.

¿El aguacate es el producto más interesante de Guatemala?

Por el precio del mercado sí. Por ejemplo, cabe destacar la miel como producto, de hecho, nos vamos a valer con las fincas de aguacates para poder producir miel porque las abejas polinizan. Los productores de aguacates hasta ahora pedían abejas a los productores de miel y se aprovechaban de la polinización sin dar nada a cambio. Se quedaban la miel y las abejas. A partir de aquí vimos que podíamos poner colmenas en las fincas más grandes para poder tener un valor agregado del producto. Podremos tener miel de aguacate para tener un valor agregado al  producto, pero esto lo haremos poco a poco. La última vez que estuve allí me reuní con el alcalde de un municipio para que nos ceda 6.000 metros cuadrados con una concesión administrativa para montar una empacadora que va a dar servicios a dos zonas a cambio de creación de empleo, entre otras cosas. El proyecto en sí no es el propio aguacate sino construir la empacadora, que dé servicio a los productores y que con los aguacates de rechazo podamos producir guacamole u otros productos.

¿El Gobierno en qué medida participa?

Intento aprovecharme de los servicios que el Gobierno está obligado a dar, por ejemplo, para el asunto de certificaciones o inocuidad de los alimentos, poco más. Otros servicios no los solicitamos porque son gobiernos que realmente no funcionan ya que están acostumbrados a vivir de las donaciones. Este es un proyecto privado cien por cien. Me tengo que amparar en el gobierno para aprovecharme de este tipo de ayudas dentro de sus obligaciones.

¿Y la seguridad?

No existe. Estamos hablando de la idiosincrasia de zonas donde el español no está bien visto porque aún se acuerdan de 1492, la trayectoria que nosotros tenemos en la historia de Guatemala es la de robarles, engañarles… una leyenda negra propia de un guatemalteco que no ha salido de su pueblo y no tiene información, televisión ni nada… ve al extranjero como alguien que quiere robarle. Si fuese un proyecto para una cadena hotelera sería diferente, pero estamos hablando de un proyecto para trabajar con productores locales minifundistas donde el machismo se lleva al extremo, por lo que la mujer indígena no hereda nada, sino que son los hombres los que heredan las tierras. Esto tiene su dificultad añadida, no es como negociar con un agricultor de la Axarquía que aún así ya es complicado.

Además de los aguacates en Guatemala, ¿lleva algún otro proyecto?

Ahora estoy centrado en el aguacate. Hay otro proyecto que es de café, otro que es de banano, pero fundamentalmente estoy con el aguacate que exige el 80 por ciento de dedicación. Tenga en cuenta que la diferencia horaria ya supone un extra, mi jornada es prácticamente de seis de la mañana a dos. Y cada mes y medio o dos meses voy a Guatemala unos 15 o 20 días, porque el proyecto se esta desarrollando en cinco provincias, que allí se llaman departamentos, las comunicaciones no son muy buenas, quizás ese sea uno de los grandes problemas, tardamos hasta seis horas de ir de una zona a otra, porque no hay carreteras asfaltadas.

¿Para cuando llegará el primer aguacate?

En diciembre de este año. Inicialmente, será un contenedor porque reunir 20.000 kilos de aguacate en exportación supone producir unos 26 mil kilos, porque hay que contar con los aguacates de rechazo.  El problema no es que haya o no aguacate para exportar sino el tema de la certificación y el trabajo previo de que todos los productores cumplan con todas las normas.

¿Es muy alta la corrupción en Guatemala?

Del cien por cien. No se si es culpa nuestra de cuando llegamos los españoles o ellos han ido poniendo de su parte, pero no veo solución. Pisé Guatemala en febrero de 2002 y en mayo de 2018 está peor el tema de la corrupción. Ellos son conscientes, pero en la vida cotidiana comenten los mismos errores que comenten sus políticos. Es más, sin ir más lejos en 2015 encarcelaron al presidente y gran parte del gobierno. La sociedad allí es corrupta.

¿Se mueve allí con unas determinadas reglas?

Mi principal regla es no entrar en el juego de las ‘mordidas’ ni de las comisiones, ni nada de eso. Seguramente, por eso no he hecho muchos negocios allí, pero por ahí no entro porque te puedes ver en la cárcel al día siguiente, así que no me meto en nada sucio. Hay un caso de la empresa multinacional de Aguas de Barcelona que optó por un concurso de Puerto Quetzal, que es un puerto de mercancías en Guatemala. En 2014 hubo una reunión y al año metieron en la cárcel por corrupción en Guatemala al representante de Aguas de Barcelona para este proyecto porque le dio unos 25 millones de dólares al presidente de Guatemala para que le otorgaran el proyecto a ellos. Este hombre entró en el juego de Guatemala, o pagas o tu empresa aquí no hace negocio. ¿Qué le pasó? Pues que por esa época había una institución de Naciones Unidas que está por encima del propio gobierno de Guatemala y que vigila e investiga todo lo referente a la corrupción y se lo pasan directamente al Ministerio Fiscal, y comenzó a investigarlos. Y con otra empresa, en este caso israelí, pasó lo mismo. Pagó unos 30 millones de dólares para que le diesen una concesión para eliminar los residuos de un lago donde desembocan los desechos de la mayoría de las provincias de Guatemala y están en la cárcel. Esto es lo que pasa allí. Tu quieres hacer negocio en Guatemala… pues tienes que pagar. Todos los jueves hacen una rueda de prensa y anuncian a quién investigan y a quién envían a prisión. Es muy fácil entrar en el juego porque la inversión es como una moneda de cambio.

 

 

 

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