Néstor Guerra, experto en innovación: “Málaga es el nodo más fuerte de Andalucía actualmente” - El Sol Digital
Néstor Guerra, experto en innovación: “Málaga es el nodo más fuerte de Andalucía actualmente”Néstor Guerra

Néstor Guerra, experto en innovación: “Málaga es el nodo más fuerte de Andalucía actualmente”

Sergio Rodríguez Acosta.- La diferenciación en el mundo de los negocios es una máxima tan necesaria como complicada. El valor añadido de una empresa se consigue especialmente trabajando en la innovación y mejora de los productos y servicios de ésta. Néstor Guerra es un consultor de innovación, emprendedor, mentor e inversor conocido a nivel nacional. Imparte conferencias y ponencias en numerosos puntos de nuestra geografía hablando de nuevas tendencias y oportunidades. El experto habla sobre la actualidad empresarial del país y trata el futuro con la pasión del que conoce la importancia de lo que está por venir.

¿Cuál es su principal actividad actualmente?

Básicamente, yo trabajo en temas de innovación. Mi actividad consiste en ayudar a las compañías y organizaciones a crear programas de innovación dentro de sus empresas que estén articulados por sus propios empleados. Esto marca un espacio que es lo que llamamos el intraemprendimiento, que es emprender dentro de una corporación por empleados. Usamos las mismas metodologías, timing y marcos de trabajo que utiliza una startup, pero lo metemos dentro de corporaciones que, de una forma u otra, están empujadas por empleados. Ayudamos con esos programas a acceder a la innovación y la cultura del cambio dentro de las organizaciones.

Ofrece también charlas sobre innovación y nuevas tendencias.

Esas charlas las suelo dar incluso en corporaciones. Me preguntan a veces donde están las próximas tendencias y dentro de todo lo existente el primer paso que solemos hacer es ir a un consejo de dirección y contar las nuevas tendencias en el mundo de las startups y de la innovación. Lo siguiente que suele ocurrir es preguntarse cómo pueden subirse a esa ola y entramos en el intraemprendimiento.

Tengo muchos vídeos grabados. Si buscas “Néstor Guerra” en Youtube hay vídeos de mucha gente que graba charlas, ponencias, entrevistas… es una faceta de mi vida profesional que se divulga por internet y da apertura al conocimiento alrededor de la innovación.

¿Cómo fueron sus inicios?

Yo soy ingeniero de telecomunicación y soy MBA, así que empecé en la gran corporación. Comencé trabajando en una compañía que se llamaba HP. Trabajé en la parte de instrumentalización y fui responsable de servicios en España durante casi cuatro años. Así que empecé en la corporación, en la parte más dura, en la parte de instrumentalización electrónica, que trabajaba con industria, con defensa, con aeroespacio… Cuando estuve allí unos años decidí dejarlo. Emprendí una primera startup con tema de smart cities, por ello en esta temporada mucha gente me ubicaba ahí, pero cada vez más corporaciones me preguntaban cómo habíamos desarrollado el producto. Empecé a hablar de lean startup, agile y design thinking. Las ponencias es un primer espacio donde todo el mundo te coge de manera sencilla, después empecé la formación y capacitación en escuelas de negocio, donde soy profesor de MBA. Después llegó paralelamente la consultoría, que a día de hoy ocupa el 70-80 por ciento del tiempo de mi agenda.

¿Cuál es el estado actual del nivel de emprendimiento?

Hay varias facetas en España. El marco de emprendimiento de este país ha evolucionado mucho en los últimos cinco años. Cada vez hay programas más serios, aceleradoras más buenas, iniciativas mejores como Cabify o Glovo… También es verdad que igual que el ecosistema es más maduro se genera mucho ruido malo en el ecosistema, también es verdad que desde muchas áreas se habla de un emprendimiento de una forma frívola como si pudiese emprender todo el mundo y esto no es cierto del todo. Hay mucha gente que no sabe que emprender supone un esfuerzo enorme, un dinero, además en la mayor parte de las ocasiones no se tiene un negocio o fracasamos. Hay que manejar mucho el lenguaje del ecosistema. No tenemos que obligar a todo el mundo a emprender porque es un poco locura, pero sí que es verdad que el ecosistema tenga más emprendedores. Emprendedores que tengan acceso a la financiación de capital, aprendan metodologías para aplicarlas y ser más adaptativos y ágiles y que se puedan apoyar no solo en las financiaciones, sino en el mercado y en las corporativas, que pueden acercarse a las startups para aprender de ellas, crear nuevos productos, nuevos negocios y como consecuencia más riqueza en el país. Hay dos caras en el contexto de emprendimiento español: estamos avanzando, ahora estaríamos posicionados en un quinto o sexto puesto en Europa y hace años estábamos en la cola, pero al mismo tiempo de ese avance se ha creado mucho ruido que no representa lo que es emprender. Mucha gente se piensa que tiene que ser gente con 20 años recién licenciada y esto no es cierto, pues se peinan muchas canas en el contexto de las startups. Otro gran mito es que no hace falta que el emprendedor tenga estudios, ya que los emprendedores de éxito que estamos analizando y viendo son personas muy formadas en universidad, escuelas de negocio y en ocasiones con años de experiencia en corporaciones, esto hace una fotografía más real. Hay que formarse, tener algo de experiencia, acceso al capital y la consciencia de saber que a lo mejor con todo eso se puede fracasar.

¿Está a buen nivel la salud empresarial de España para emprender?

El ecosistema ha mejorado. Esto no es Silicon Valley. España tiene lo que tiene y somos los que somos, eso tenemos que entenderlo muy bien. El ecosistema de Israel para emprender es radicalmente diferente del americano en Boston y del que tiene Berlín en Alemania. Cada ecosistema tiene sus ingredientes para dar sentido y coherencia a lo que hacen. En España hay tres grandes focos de innovación. Los dos principales son Madrid y Barcelona, donde se están haciendo cosas muy interesantes. Después aparece Valencia, algo Bilbao y ya mucho más suave suenan Sevilla, Málaga y poco más. La realidad es que muchas zonas de España tienen un grado bajo de madurez mientras otras han evolucionado muchísimo. Barcelona es la que hoy en día se lleva la palma en ecosistemas de startups y emprendimiento, pues está en la punta de España y cerca del nivel europeo. Es cierto que el ecosistema empresarial también se alinea a esto, ya que si una empresa opera en Madrid o Barcelona está más cerca a ese ecosistema startups que si opera en Cartagena o Mérida, donde por mucho que nos empeñemos es más difícil de crear. La madurez va más por regiones que por todo el país.

Ha mencionado empresas como Cabify o Glovo, ¿Qué opinión tiene respecto a las situaciones de conflicto que viven?

Esto es normal. Si miras atrás en la historia ves que esto nos ha ocurrido sistemáticamente. Cuando hay una disrupción en un modelo en general hay fricciones por las que se fuerza el cambio. Esto nos ha ocurrido con la revolución industrial, internet, la aparición del móvil… Cada vez que ha aparecido una nueva tecnología o un nuevo modelo de negocio que genera un valor de manera diferente hay participantes que se sienten desplazados y esto genera fricción. Indudablemente la precariedad laboral está legislada y regulada, pero las últimas sentencias de los juzgados indican que las personas que trabajan en Glovo son autónomos que eligen ese trabajo que se les ofrece. Esto lleva a la disyuntiva de cuando se paga por una actividad, el mercado lo regula, ya que si el trabajador tuviera una alternativa mejor pagada se iría, si no es un problema de las alternativas que hay en el mercado. En esa disyuntiva también tenemos momentos terribles que han sucedido en la historia como en el sector industrial cuando empezaron las grandes fábricas y despoblaron zonas del país. Que Cabify cree un modelo alternativo al taxi hace que el taxi se sienta desplazado en un negocio que era el suyo de forma inamovible. Hoy sabemos que todos los statu quo se mueven y desgraciadamente nos guste o no la adaptación tiene que ser una variable que ayude a este tipo de cambios. El legislador va a ir siempre por detrás de la tecnología porque no puede predecirla. Esto siempre va a crear espacios donde se va a vivir esa tensión. Una vez que esos espacios se regulen la tensión disminuye. Al final el sector del taxi ya está cambiando de manera radical. La inteligencia artificial está creando temor en muchas industrias porque se teme que las máquinas hagan el trabajo. El legislador no sabe cómo tendrá que regular todo lo que viene, pero cuando lo haga esos espacios generarán una fricción que se irá corrigiendo. A lo largo de la historia todo ha ido evolucionando y adaptándose a las nuevas circunstancias. El trabajo de ascensorista desapareció porque los ascensores ahora son automáticos. En la historia nos damos cuenta de que siempre hemos avanzado. Habrá sectores que van a crear muchísima más presión de la que estamos viviendo ahora. La inteligencia artificial por ejemplo creará coches autónomos. La biotecnología que modifica el código genético abre un mar enorme de preguntas éticas y morales. Hay que imaginarse la fricción que va a generar esto de carácter ético, religioso, filosófico, legislativo… En los próximos años vamos a vivir con celeridad todo este tipo de cambios.

¿Qué oportunidades ve en Málaga?

Tiene cosas muy interesantes. Telefónica Open Future hace cosas muy buenas en El Cubo. En el Polo Digital se están haciendo cosas muy interesantes, sobre todo en el sector de los videojuegos. Hay también una iniciativa en startup alrededor del sector del turismo, tecnología o travel TEP. Málaga tiene un Parque Científico Tecnológico espectacular con negocios tecnológicos punteros en Europa. Málaga es un buen nodo. Dentro de lo que es Andalucía es un punto de inflexión donde hay mucha actividad alrededor de las startups. En los próximos años esto va a dar buenas noticias con startups que surgen allí y dan grandes resultados. Tenemos ya algún caso como AT4 Wireless, que fue comprada por HP. Esos indicadores muestran que ese nodo está activando muchas cosas. Málaga es el nodo más fuerte de Andalucía actualmente.

¿Qué tal se desarrolla su trabajo en equipo con Aday Francisco y Consuelo Verdú?

Muy bien. Llevamos ya nueve años trabajando intensamente en la innovación. En los dos últimos años la internacionalización nos ha llevado a trabajar en México, Ecuador y Perú con clientes muy grandes que nos abren una perspectiva muy interesante. El año pasado tuvimos un gran crecimiento y el 2019 apunta muy bien.

¿Tienen algún evento cercano relevante?

Tenemos muchas cosas en el contexto corporativo. Hace unas semanas estuvimos dando una conferencia de agilismo muy interesante, por ejemplo.

 

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