El primer ministro, Viktor Orbán, ha arrollado en las elecciones legislativas celebradas el pasado domingo, 3 de abril, en Hungría, renovando, y este será su cuarto mandato, una mayoría absoluta de dos tercios en el Parlamento.

El partido de Orbán, Fidesz, obtuvo más votos que en 2018 y posiblemente tenga 135 escaños en una cámara de 199 diputados.

La UE queda desairada con este resultado ya que Hungría es una de sus “bestias negras”, junto al resto de los países miembros del llamado grupo de Visegrado -Eslovaquia, Polonia y República Checa-  a las que chantajea con la privación de fondos comunitarios si no adaptan su legislación y se someten a los dictados de Bruselas.