Fernando Grande-Marlaska, ministro del Interior, además de mentir sobre los traslados de inmigrantes ilegales de Canarias a la península, también tiene tiempo de acercar al etarra que asesinó al fiscal jefe de Andalucía, Luis Portero, al entorno de prisiones del País Vasco y Navarra junto a otros seis miembros de ETA, haciéndoles a todos progresar al segundo grado. Vomitivo.