El pasado 16 de mayo, el Juzgado de lo Penal número 1 de Granada le ha impuesto a una madre la mayor condena registrada hasta hoy en España por denuncia falsa contra un progenitor, usando abusos sexuales inventados, cinco años de cárcel. El magistrado censura la “maldad refinada y preconcebida de la madre”, su “falta de sinceridad” y “mente retorcida”, su “cinismo exacerbado” con “tintes obsesivos”, “el proceso de victimización” al que la progenitora ha sometido a su propia hija “explorada por médicos y enfermeros hasta en 10 ocasiones” y aquejada por ello de una fobia a todos los sanitarios y de “llanto, nerviosismo y ansiedad”. Nueve veces denunció la madre en, aproximadamente, dos años, entre 2018 y 2020, a su expareja ante la Justicia, la Policía y la Guardia Civil, y otras siete en diversas instancias sanitarias, sobre todo ante el SAS. Y lo hizo con tal “conocimiento” de que todo era mentira, con tal intención de “dejar al padre” y de causarle un “martirio psicológico” cuando este, un año después de la separación, pidió la custodia compartida, por eso el magistrado la ha condenado por hasta cuatro delitos.