Paco Jurado nace en Málaga en 1944, pintor y escultor autodidacto, su obra tanto pictórica como escultórica ha ido alternado etapas, unas veces figurativas y otras veces abstracta, pero sin determinarse nunca por una tendencia concreta.
Aunque cultiva diferentes disciplinas, como la pintura o el dibujo, donde verdaderamente destaca es en la escultura, y más concretamente en la escultura en hierro, donde ha sido uno de los primeros en investigar y experimentar, allá por los años sesenta, la ductibilidad y maleabilidad de los materiales y a originar formas con esta materia aprovechando sus conocimientos que le venían de su antigua profesión de soldador chapista forjador.
Como referentes básicos, en sus creaciones siempre ha tenido a los escultores Emiliano Barral, Julio González, Pablo Gargayo y Henry Moore como puntos de partida teóricos y prácticos.
Sus esculturas siempre han tenido una reducción de líneas y un carácter geométrico que nos hace volver los ojos al cubismo o al constructivismo de las primeras vanguardias, en claro contraste con sus dibujos o pinturas donde predomina el horror vacui, pero sin olvidar nunca su compromiso social y político, unido a un carácter rebelde que le han hecho navegar a contracorriente en muchos aspectos artísticos impuestos.
Lleva más de seis décadas dedicado al arte, de hecho su primera gran exposición fue con catorce años y desde entonces no ha parado de hacer exposiciones individuales y colectivas por medio mundo, pero desde hace veinticinco años también ejerce como Presidente de la Asociación de Artistas Plásticos de Málaga (APLAMA), desde donde ayuda a promover la carrera de cientos de artistas.