¿Por qué no te callas, Jorge Mario? - El Sol Digital
¿Por qué no te callas, Jorge Mario?

¿Por qué no te callas, Jorge Mario?

Jorge Mario ha vuelto a pronunciarse, en esta ocasión mediante una nota. Y no ha sido para bien. El escándalo lo conoce de otras ocasiones.

Como se sabe, es un dogma que el Papa está preservado de cometer error en temas de fe y moral bajo el rango de “solemne definición pontificia”, o declaración ex cathedra. Y, claro, la conquista de México no entra en ese ámbito que libra de meter la pata al Papa. Si este es culto y sabe de lo que habla no se equivocará, en caso contrario puede decir las mayores sandeces que le vengan a la cabeza. Como es el caso. Porque Jorge Mario publicó una nota en la que lamenta “todos los pecados personales   y sociales, todas las acciones u omisiones que no contribuyeron a la evangelización” y se compromete a “un proceso de purificación de la memoria, es decir, reconocer los errores cometidos en el pasado que han sido muy dolorosos”. Así, Francisco coincide con la agenda política del izquierdista presidente mexicano.

Es un guiño más de Jorge Mario a la izquierda en estos tiempos de indigenismo -nuevo comunismo lo llama la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso-. Pero que no se crea Jorge Mario que así se ganará a la izquierda, perderá a la derecha que le sigue y la otra solo le apoyará tácticamente, mientras le interese, y le perseguirá después sin que nadie le defienda.

Porque, vamos a ver, Jorge Mario. Dices vaguedades, claro que hay que lamentar todos los pecados personales y sociales, en la conquista de América, en la exploración espacial y hasta en la práctica del deporte. ¿Y purificar la memoria?, ¿reconocer los errores cometidos que han sido muy dolorosos? Por supuesto, por ejemplo el de los miles de casos de sacerdotes pedófilos que han hecho un daño terrible a sus víctimas y al prestigio de la Iglesia en el mundo. Muchos perdones habría que pedir, Jorge Mario, empieza por estos hechos de una parte de la Iglesia en cuya cúspide te encuentras. O cuando relativizabas el ataque yihadista contra la revista Charli Hebdo diciendo aquello de que si ofenden a mi mamá se pueden esperar un puñetazo. Otra ocasión que perdiste para callarte. Son muchas, Jorge Mario. O cuando a una pobre mujer le distes con tu mano repetidas veces mientras que te retirabas de ella y la increpabas. ¿Recuerdas? Todos vimos la escena por televisión. Nos escandalizaste.

Pero volvamos. No nos extraña que Díaz Ayuso criticase que un católico hable como escribiste de un legado como el nuestro, que fue llevar precisamente el español y, a través de las misiones, el catolicismo y, por tanto, la civilización y la libertad al continente americano. O que José María Aznar se negase a engrosar las filas de los que piden perdón, “lo diga quien lo diga”.

Pero sí, a algunos contentaste, como a Manuel López Obrador, que reclama desde hace años que el Rey de España pida perdón a México por la conquista. Solo te voy a recordar una cosa -aunque haya muchas, como el informe de Horacio Verbitsky, del diario argentino Página 12 de 2010, y no diré más-. Según el historiador argentino Marcelo Guilo, autor de un libro que se está vendiendo bastante bien, Madre Patria: “William Prescott, el historiador más benévolo, calculó que los aztecas mataban a 20.000 personas al año, pero dijo que no podía desmentir a los historiadores que calculaban 80.000 asesinatos al año. Su estado fue pionero en el diseño de una política de holocausto sistematizado”. Esta es la razón, Jorge Mario, de que miles de indígenas colaboraran en la guerra de Cortés contra Tenochitlán. Terminar con aquel estado criminal, fue un gran respiro para los indígenas que vivían sojuzgados y, además, te da una nueva oportunidad para pedir perdón tras no haber denunciado el horror azteca y que sigas guardando silencio. Aunque no le gustara a Manuel López Obrador. No quiere más a la Iglesia quien se calla y se hace cómplice de la injusticia y la mentira en su Casa, sino quien levanta la voz, por humilde que sea, para denunciarlas.

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