Editorial – La necesaria prisión permanente revisable
Es lícito preguntarse, sin demagogia alguna, si individuos como Bernardo Montoya podrían cometer sus fechorías -en este caso se le achaca la muerte y agresión sexual de la joven Laura Luelmo– si no hubiera pisado de nuevo la calle al habérsele aplicado la prisión permanente revisable, y sin el revisable, como dicen muchos ciudadanos, tras su anterior crimen.