Tras la dura pelea que todos los españoles libramos por nuestra salud y la apocalíptica situación económica en la que ya nos encontramos, la tercera preocupación pertinente es la del estado de nuestras libertades tras proclamarse el estado de alarma el pasado 14 de marzo.
En las últimas semanas, muchas empresas se han visto forzadas a implementar la modalidad de teletrabajo para continuar siendo productivas durante la crisis del coronavirus. El teletrabajo permite realizar las mismas funciones profesionales que el trabajo presencial, solo que haciéndolo desde nuestras casas. Sin embargo, en contra de lo que muchas empresas consideran, esto no significa reducir la productividad ni trabajar de forma descoordinada.