Editorial – Ciudadanos que contagian en la calle
Parece que existe un amplio consenso acerca de la actitud más que negligente e ineficiente del Gobierno en la gestión de esta crisis por el COVID -19. Una gestión que algo tendrá que ver con unos 30.000 muertos oficiales -¿cuántos realmente?- y que conviene que no quede olvidada. Memoria histórica habremos de reclamar siempre sobre qué se hizo y qué no se hizo. Pero junto al día a día del Gobierno en su proceder está el nuestro, el de todos los ciudadanos. Porque hemos visto que en cuanto se ha permitido, millones de españoles han llenado los parques, las playas, los paseos marítimos y otras zonas de tránsito común incrementando así las grandes posibilidades de contagio de la enfermedad. Este es un comportamiento incívico que, en algunos casos, puede ocasionar la enfermedad en quien está sano y hasta la muerte.