Editorial – ¿Y de la presunción de inocencia qué?
Hay determinados pactos y proyectos de ley que son muy peligrosos en una democracia. Por ejemplo, que el estado de alarma se haya convertido en la práctica en un estado de excepción, tesis que sostienen prestigiosos juristas y hasta jueces. O que se modifique arbitrariamente el Código Penal, como pretendió en su día la comunista Irene Montero con la ley de libertad sexual. Y ahora se trata del nuevo experimento de Pablo Iglesias, la ley de violencia contra la infancia.