Editorial – La ONU cumplió 75 años con temblores y dependencias
A sus 75 años, la ONU ofrece un balance nada brillante. En estos tiempos de pandemia, el mayor organismo internacional ha sido incapaz de reunir a su Consejo de Seguridad, cuando hay millones de empresas a las que acuden diariamente sus directivos y trabajadores. Es solo una imagen y un ejemplo. Porque lo importante es que la organización que reúne representantes de 193 países se ha mostrado paralizada ante los conflictos bélicos de Siria, Libia y Yemen, y no digamos nada de la crisis de los refugiados en 2015, cuando se cruzó de brazos. Su lista de fracasos sigue con el genocidio de Ruanda (1994) y la masacre de Sbrenica (1995) ante las que estaban tropas de la ONU que no dispararon un solo tiro y que no sirvieron para evitar miles de muertos.