Editorial – Los desertores de Afganistán
Gobiernos, medios de comunicación y otras instancias ocupadas en acusar a quienes disienten de propagar fake news, quieren ahora convertir la humillante huida de Afganistán en una proeza legendaria. Y es que son unos caraduras, entre otras cosas. No solo se ha traicionado a buena parte de los que colaboraron con las tropas aliadas en el país asiático, abandonándolos a su segura muerte, sino que al primer coche bomba salieron corriendo, y los norteamericanos solo unos días después. Pero las tropas siempre son mejores que los políticos que las mandan, tienen un código de honor de los que carecen quienes aparecen en televisión para ponerse las medallas que han ganado quienes visten de uniforme. Pero esto no es nuevo, ya lo sabíamos. Los soldados y policías españoles, por ejemplo, han quedado incomparablemente mejor que el presidente del Gobierno, que no se dignó abandonar sus inmerecidas vacaciones en La Mareta para estar al frente de los acontecimientos. Nuestro homenaje desde estas páginas a estos soldados y policías que representan lo mejor de los valores humanos y profesionales de España.