Editorial – No todo vale. Violencia de los trabajadores de Cádiz
Que un motorista haya muerto -un trabajador portuario de solo 20 años de edad- el pasado 22 de noviembre en Algeciras (Cádiz) por las retenciones causadas por un piquete informativo de los trabajadores del Metal de la provincia, es demasiado para las consecuencias de una huelga. ¿Los trabajadores de los astilleros tendrían que soportar que no les dejaran a ellos, sí, a ellos, llegar al trabajo porque los transportistas bloquearan los accesos a sus empresas?, ¿protestarían las esposas de estos trabajadores del Metal si los vecinos que sufren las barricadas incendiadas por sus maridos las insultaran y les impidieran la compra en supermercados? Pero ellos son ellos, y como son trabajadores creen que tienen un pasaporte que les da derecho a incendiar Troya.