Editorial – La Medalla de Pushkin y las momias comunistas
No cabe la menor duda de que a tenor de la encendida defensa de la diplomacia por la ministra podemita Ione Belarra, gran timonel del partido, el deseo de estos comunistas es que los ucranianos sean aplastados por los tanques rusos, que de suministrarles armas a los agredidos nada, que se defiendan como puedan. ¿Por qué, sin embargo, le parecen bien las Brigadas Internacionales que vinieron a luchar a España contra Franco? Es lo que tiene hacerle el juego a una dictadura, procuro que el enemigo de mi jefe esté lo más indefenso posible. Las magníficas relaciones de Podemos con otra dictadura, Venezuela, tiene que servir para algo más que ocultar los crímenes del régimen bolivariano, los amigos de mis amigos son también mis amigos, como Putin. Los comunistas no están a gusto sino es con los regímenes totalitarios, es su salsa. Pero, claro, es que se sientan en el Consejo de Ministros y esos asientos okupados tienen otras trascendencias, como que EEUU y la OTAN no nos suministren información relevante o no nos inviten a determinados cónclaves. Y es que somos el único país de la UE y de la OTAN que se permite contar con comunistas en el Gobierno, una anomalía histórica más. La dependencia del poder de Pedro Sánchez puede esto y mucho más, véase el coqueteo con los golpistas catalanes o el acercamiento de etarras al País Vasco.