Conversaciones de El Sol Digital (XLIX)
Ricardo Nandwani, presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE) de Málaga
Vicente Almenara.- Ricardo Nandwani une su gran cordialidad a un visible entusiasmo por el mundo de la empresa y la organización que preside. Es consciente de la gran oportunidad personal y corporativa que tiene por delante y en ello está, trabaja para que la Asociación de Jóvenes Empresarios de Málaga (AJE) dé significativos pasos adelante y tenga un ritmo propio. No se muestra crítico con el entorno institucional más próximo y pasa por alto aquello que podría entorpecer una interlocución que le viene muy bien para la colaboración que reclama de las Administraciones Públicas. Él, que tiene muchos años por delante, sabe que asistirá a un futuro empresarial y laboral que ni imaginamos.
¿Cómo accede a la presidencia?, ¿fue una aspiración personal?
Viene totalmente por casualidad. Nunca había pensado en ser presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios. La verdad es que es un orgullo, porque el hecho de presentarme ha sido debido a que mis propios compañeros de Ejecutiva me han animado a hacerlo. A mi me invitó a ser miembro de la Junta Directiva Enrique de Hoyos, el anterior presidente, hace tres años y como vocal. En un momento, dado surge la necesidad de cubrir la Vicepresidencia y yo tampoco lo esperaba. Es un cargo con mucha responsabilidad, pero también te da satisfacción personal. Me veía sólo de vicepresidente, incluso cuando se acercaban las fechas para elegir la nueva Ejecutiva hablé con mi compañera Ana Morales porque la veía como presidenta, es una profesional muy válida. Ella no quiso presentarse y hablando con los compañeros me animé y di el paso al frente. Me veo con fuerzas y puedo dedicarle tiempo a la Asociación sacrificando tiempo de mi empresa, pero es algo que no me pesa porque puedo aportar a la Asociación todo lo que ella me ha dado a mí. Lo primero que hice cuando monté mi empresa fue asociarme a AJE. Soy socio desde hace diez años, aunque parte de ese tiempo ha sido trabajando por mi cuenta.
¿Se puede estar en AJE siendo trabajador por cuenta ajena?
Trabajé por cuenta ajena durante un tiempo, en ese periodo recomendé a mis jefes que nos asociáramos a AJE y yo era la cara visible de la empresa en la Asociación.
¿Cómo entró en el mundo empresarial y por qué tomó ese camino?
Me convierto en empresario porque para mí es totalmente vocacional. Mi segundo trabajo fue siendo socio de una empresa de economía social, una sociedad limitada laboral. A los 23 años trabajé durante seis meses en una agencia de publicidad y, después, un amigo mayor que yo creo una empresa de ingeniería y me llamó para liderar el departamento de Ingeniería Industrial. Yo había estudiado Informática. En aquel momento, era muy joven y no tenía apenas experiencia, él confió en mí porque me conocía personalmente y, desde ese momento, fui socio de esa empresa durante unos tres años. Dejé de trabajar con ellos y me hice autónomo, el cincurenta por ciento de mi tiempo trabajaba con esta empresa y el otro cincuenta para agencias de publicidad en Málaga. Llegó un momento en el que quería evolucionar y seguir aprendiendo profesionalmente y comencé a trabajar en una consultora catalana trabajando para medianas y grandes empresas, siempre en el mundo de la tecnología. Después de trabajar en la consultora decidí venir a Málaga para buscar una empresa en la que pudiera promocionar más fácil. Mi último trabajo fue en la consultora Sage durante tres años. Hace seis años y medio decidí montar mi propia empresa. En la constructora me ofrecieron trabajar como autónomo con mis clientes y decidí lanzarme al barro. Coincidió que mi hermano había hecho un MBA en Esesa, al igual que yo. Dejamos nuestros trabajos e hicimos un plan de negocio durante casi un año con nuestras ideas propias. Siempre he tenido la espinita de tener mi empresa. Mi padre era empresario pero nunca trabajamos con él en la empresa familiar, siempre quiso que primero estudiáramos. Somos empresarios por vocación y nos gusta lo que hacemos. Yo estudié administrativo en Formación Profesional y después Informática. Me sigo formando y soy muy autodidacta.
¿Qué detecta entre la juventud?, ¿ánimo de emprender o búsqueda de trabajo por cuenta propia?
Conozco un poco de todo. El hecho de que un joven se plantee emprender viene mucho de la educación que ha recibido y de su situación familiar. Todos mis amigos que son funcionarios, sus padres también lo han sido en su mayor parte. Sin embargo, los emprendedores y empresarios que conozco vienen de familia de empresarios, no tiene por qué ser así pero se da en muchos casos. Veo que todavía falta seguir evangelizando la cultura emprendedora. Hemos sacado el “termómetro del emprendimiento” con el Ayuntamiento y es verdad que entre los encuestados el 60 por ciento de las personas que van a emprender vienen del desempleo. La realidad es que se está emprendiendo tras pasar por varias relaciones laborales. Muchas personas en desempleo se ven motivadas para emprender.
¿Favorece la cultura española el emprendimiento?
Se está promoviendo muy bien. Pienso que las instituciones lo están haciendo muy bien, por lo menos a nivel local. Desde Diputación hasta la Junta de Andalucía pasando por la Universidad se está promoviendo esta cultura emprendedora. Lo que falta es dar una vuelta de tuerca y seguir innovando en este sentido. Quizás lo ideal no es que un joven salga de la Universidad y establezca su empresa. Un periodo de trabajo por cuenta ajena es ideal para dar una formación empresarial para que luego cuando una persona monte su negocio no se estrelle.
Son un gran obstáculo los impuestos a la empresa.
Esto sí pasa, pero cuando ya tienes tu empresa. El mercado laboral debería ser muchísimo más flexible. Se pagan muchos impuestos, hasta el 50 por ciento del sueldo de un empleado se va en impuestos. Hoy sí tenemos un entorno favorable para animarse a emprender. La tarifa plana de 50 euros, por ejemplo, me parece suficiente. Hoy el que no emprende es porque no tiene una idea o no sabe ejecutarla. Lo difícil viene cuando ya tienes tu empresa y quieres contratar tus primeros empleados, porque los impuestos son muy altos. El Impuesto de Sociedades… trabajamos mucho para que el Estado se lleve el 25 por ciento del beneficio, pero es lo que hay.
¿Por qué existe una sectorización en el mundo de las asociaciones empresariales, jóvenes y mujeres y todos los demás?
Esta sectorización es muy importante. Es como la estrategia de una empresa, es mucho mejor la especialización porque eres mejor. Es muy bueno que haya asociaciones dedicadas a un sector o un colectivo porque lo enriquece. AJE es multisectorial y es para todo el mundo.
¿Cómo se estructuran los asociados de AJE en la provincia de Málaga?
En AJE, la gran mayoría son de Málaga ciudad. En la comarca de Antequera hay muchos asociados. Tienen su propia delegación provincial y funciona muy bien. Tenemos cada vez más en Marbella. En Ronda y Vélez Málaga también estamos.
¿Qué retos se ha planteado como presidente de AJE?
Para mi sería una gran satisfacción dejar una AJE mejorada en varios sentidos. Un mayor número de socios, ya que en Málaga se crean unas 500 sociedades mercantiles todos los meses y tenemos que ver donde están esas empresas. Hay mucho por hacer para una AJE más grande. A nivel institucional uno de mis retos es continuar teniendo buenas relaciones institucionales y así favorecer a nuestros socios a crecer.
¿Cómo suele llegar el socio a unirse a la Asociación?
El acceso se está haciendo mucho a través de las redes sociales y por la comunicación en general. Nos vienen muchos porque nos han conocido a través de la radio, de un artículo o de alguna red social como Facebook. En otras ocasiones, los propios socios invitan a otros posibles socios a venir a encuentros. Otro de nuestros retos es acercarnos más a la Universidad.
Estamos definiendo estrategias para acercarnos a diferentes tipos de empresa. Al pequeño que está empezando o a una empresa más grande. Queremos presentarles AJE para que conozcan sus posibilidades de hacer negocio, realizar proyectos, entablar relaciones con otras empresas y llegar a las instituciones. Queremos aportar valor a nuestros socios.
¿Qué aporta AJE a ese empresario que busca un beneficio en su acción de unirse a la Asociación?
El primer paso es no estar sólo. Vas a poder conocer otros empresarios, aprender y hacer tus primeros clientes e incluso tus primeros colaboradores y proveedores. No estar solo es fundamental para no venirte abajo. Tenemos nuestras mesas de trabajo, que son unas reuniones mensuales donde empresas de tres sectores distintos se reúnen para hacer proyectos de forma conjunta. Los socios recién llegados se enriquecen mucho a través de los socios sénior, que incluso les pueden dar la oportunidad de colaborar con ellos contratando sus servicios. Otro punto fuerte es que los empresarios pueden organizar talleres en nuestros eventos para darse a conocer a sí mismos y su forma de trabajar.
¿Se siente más cerca de la mentalidad anglosajona empresarial?, quiero decir, pocos impuestos, poco intervencionismo estatal, nada de subvenciones…
Me considero más anglosajón. “Si te caes, te levantas”, decía una persona muy querida para mí. No hay que venirse abajo, hay que luchar por lo que uno cree y no dejarse llevar por comentarios de gente cercana. Mucha gente de la Asociación no tiene un apoyo familiar y la Asociación le apoya para que no se rinda y busque soluciones cuando las cosas no van bien. Como socio y presidente me siento satisfecho de ayudar siempre que puedo.
¿Qué se encuentra con más frecuencia entre los socios de AJE? ¿Hay grandes ideas?
Hay de todo, hay quizás un 20 por ciento de grandes ideas y funcionan la mitad. Tenemos asociados con empresas normales que intentan innovar para diferenciarse y dar un paso adelante. Las empresas que rompen ese molde crean un modelo de negocio distinto que antes no existía.
¿Existe demasiada obsesión con la tecnología?
Hay vida más allá de la tecnología, pero como es tan transversal en todas las áreas de la empresa es un apoyo fundamental. Es bueno que exista inquietud sobre la tecnología porque debemos utilizarla con buenos fines para la sociedad. Depende del sector, en ocasiones la tecnología va por delante de las ideas. No debemos olvidar otras áreas, claro.
¿Va en paralelo el desarrollo tecnológico con la ética de los negocios?
Eso depende mucho de la personalidad de cada empresa, incluso de las medidas que se tomen a nivel institucional. Queda mucho por hacer a nivel personal para hacer una sociedad mejor. Según como piensen las personas, así van a emplear la tecnología de una forma más o menos ética. Cada persona tiene derecho a pensar como quiera y sentirse a gusto con su planteamiento de vida. La tecnología es un instrumento pero en sí misma es buena.
¿Se imagina el futuro del mundo empresarial en 40 años?
Cada vez evolucionamos más rápido. Yo ahora mismo todo lo que pueda decir del entorno empresarial dentro de 40 años es inimaginable. Posiblemente, el 30 o el 40 por ciento de las profesiones podrían desaparecer y dar paso a otras. Nosotros siempre estamos evolucionando porque el entorno económico y empresarial depende mucho de la tecnología. La sociedad va a cambiar muchísimo y esperemos que para bien, ya que no debe perderse nuestra naturaleza. Si llega la era de las máquinas podremos dedicar nuestro tiempo a otras cosas, como la familia o las artes, ojalá llegue el día. El dinero es dinero y al final se va. El trabajar tiene un fin que es tener la satisfacción de una vida plena.