En el Parlamento Europeo, Rusia y China juegan sus cartas, más la primera y con más éxito. A China y su violación de los derechos humanos solo la defiende Izquierda Unitaria (a la que pertenece IU española), pero Rusia consigue el apoyo de los dos extremos del arco parlamentario, los izquierdistas de Syriza y los seguidores de Le Pen, por ejemplo, que consideran al Kremlin un contrapunto del modelo norteamericano. Estas son algunas conclusiones de un estudio bajo el título de ‘El espectro de los regímenes autoritarios se extiende por Europa: los populistas buscan amigos para que la UE baje la guardia’, obra de Political Capital Institute, que analizó en dos años los escrutinios de los Plenos de Bruselas y Estrasburgo.