¿También un Papa populista? - El Sol Digital
¿También un Papa populista?

¿También un Papa populista?

De poca profundidad teológica que fustiga al capitalismo y consiente en Venezuela, una de las conclusiones de la última edición de la Tertulia del Congreso de Málaga

ESD.- Un nuevo almuerzo de la Tertulia del Congreso de Málaga se celebró hace unas semanas para abordar la controvertida trayectoria del Papa Francisco. Como se advertirá en las líneas que siguen, la mayoría de los quince participantes no ahorraron sus críticas a quien, sin embargo, es en general bien tratado por los medios de comunicación y la izquierda política.

Para abrir el debate, el conductor de la tertulia, Vicente Almenara, enumeró algunas de las posturas y declaraciones más controvertidas atribuidas al Papa Francisco, como que retrase su visita a España mientras “no haya paz”, o que enviase observadores de su confianza en la entrega de armas de ETA en el sur de Francia, avalando así la pantomima etarra; o sus declaraciones, días después de los atentados de Charlie Hebdo, en las que justificaba implícitamente lo sucedido al declarar que “si se meten con mi mamá pues…”, en referencia a Occidente y la religión islámica.

También se expuso la defensa que hace de otras religiones o doctrinas citándose, como ejemplo, sus elogios a Lutero o su posición a favor de dar la comunión a divorciados, “algo que no ha contemplado jamás la Iglesia Católica”, observó uno de los presentes.

Un contertulio sugirió que el actual Papa era partidario de una metodología  marxista, que contempla la teología de la liberación, “la cual rechaza abiertamente el capitalismo” y mira a otro lado ante la situación convulsa que vive Venezuela”. También observó que fustiga con su palabra el capitalismo y el neoliberalismo.

Inmigración

Uno de los presentes indicó que Francisco cuestiona este Gobierno en el tema inmigratorio y apoya al tiempo la política migratoria de Torra y de Colau. Un contertulio subrayó que el Santo Padre nunca hace mención a las mafias que se están enriqueciendo con el tráfico de personas, por no hablar del “efecto llamada que están provocando sus declaraciones, con la consiguiente sangría de muertos”. En este sentido, se expuso su visita al campo de refugiado de Lesbos donde “había familias cristianas y solo se trajo de regreso a Italia a doce familias musulmanas”. Otro de los ponentes, mostró “ira y perplejidad” ante la exclusión por razones de religión.  Incluso mostró su asombro recordando que “ha llamado a Lutero testigo del Evangelio”, un hombre que “negó la mayor parte de los sacramentos”.

Durante la tertulia, surgieron dudas sobre la dirección doctrinal que está adoptando el Sumo Pontífice. En opinión de los participantes, el problema mayor de las frases que ha dicho el Papa Francisco no es “qué dice sino quién lo dice”, ya que “su función principal es de mandato divino y solemne, que le confía Jesucristo en el Evangelio de San Lucas”.

Durante la primera parte de la mesa redonda, se enumeraron algunas frases, atribuidas al Papa Francisco como: “Todo ser humano tiene su propia visión del bien y del mal. Nuestra tarea es incitarlo a seguir el camino que considere bueno”, o “si un niño recibe su educación de los católicos, protestantes, ortodoxos o judíos esto no me interesa, a mí lo que me interesa es que lo eduquen y le quiten el hambre”. En este caso, uno de los contertulios se preguntó “por qué debe haber una dicotomía, entre la religión y el hambre”. Otra frase que expuso, a continuación, el tertuliano fue: “id a todo el mundo y bautizad a todas las gentes en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar lo que yo os he mandado”, cita evangélica. También el Papa se ha pronunciado en el sentido de que “no existe el Infierno, sino que las almas de los malos se disuelven”, lo que es una absoluta novedad en la doctrina de la Iglesia, sino una herejía. Uno de los participantes respondió a este último punto de vista matizando que “Dios no aniquila lo que ha creado” por tanto el alma de los malos “se condena y no se disuelve”.

Poco después, salió a colación otra frase controvertida del Papa: “Nosotros amamos a la Madre Tierra porque nos da la vida y nos protege,” a la que una de las voces calificó de “blasfemia”. Otra aseveración que no se consideró anodina, y que compartió con el resto de presentes este tertuliano fue la de que “Dios no es un Dios Católico. No existe un Dios Católico”, porque eso no lo “ha dicho ningún padre de la Iglesia en los 2.000 años”. En este punto, hubo críticas a sus mensajes ambiguos en relación al matrimonio y las familias. Alguno de los presentes fue más allá y lo acusó de herejía.

Se analizó una noticia en la que una veintena de académicos -entre ellos prestigiosos teólogos- pedían a los obispos que tomaran cartas en el asunto para frenar las herejías de Francisco. Otro de los intervinientes, mostró su extrañeza por el hecho de que habitualmente se arrodille a besar los zapatos de los fieles y extraños y nunca se arrodille ante el Sacramento, preguntándose “¿qué puede pensarse de una persona que se postra ante los hombres y no ante Dios?”. También se explicó que “Francisco tiene muy poca profundidad teológica en sus enunciados”. Por este motivo, lamentaron algunas de sus afirmaciones al considerarlas”abultadas” y “de tertulia de bar”. Además, no están en consonancia “ni con su cargo ni con su misión al frente de la Iglesia”.

Hubo consenso en no entender el “buen rollo” que predica el Papa acerca del mundo musulmán, al que defiende como una “religión de paz”. También se le pidió que hiciera análisis más profundos, más allá de los que debe hacerse un ciudadano de a pie.

Entre las frases más comentadas, figuraba la siguiente: “pido para ustedes (miembros de la Cruz Roja), la bendición de Dios, Padre de todos nosotros, Padre de todas las confesiones”. Dicho esto, el ponente consideró la afirmación de Francisco realmente “monstruosa y sin paliativos desde el punto de vista teológico”, e incluso “contra el sentido común”.

Un contertulio recordó que está preparando su sucesión en la figura de una persona continuista con su política, “casi un golpe de Estado dentro del Vaticano”. Otra voz, sugirió al respecto que “los cambios irreversibles que propugna en una institución como la Iglesia son una necedad”.

También se sacó a colación la votación en el seno de la Iglesia con la que obtuvo su mandato, que fue ampliamente cuestionada por los presentes porque, básicamente, no se ajustó a derecho.

Entre los partícipes del almuerzo de la Tertulia, hubo quien echó la vista atrás para arrojar un poco de luz sobre la dimisión de Benedicto XVI. En este sentido, sostuvo que si la renuncia de ese Papa fue forzada la consideraba “nula”. “Lo dice el Código Canónigo”, añadió. La pregunta que planeó entonces fue: “¿Por qué dimite Benedicto?”. Se dieron razonamientos de índole geopolítico, pues “Benedicto molestaba en ese momento”. Hubo unanimidad sobre su altura intelectual [de Benedicto], su abrazo a la mayor tradición eclesiástica, por lo que “para muchos era un freno muy grande”. El tertuliano subrayó el importante acoso que sufrió Benedicto externamente. A continuación, este ponente afirmó que “fue una mala decisión” por parte del actual Papa emérito y puso como ejemplo la trayectoria de Juan Pablo II quien “no se bajó de la Cruz ni dio su brazo a torcer, como Cristo no se bajó de la Cruz”.  “Y Benedicto no lo hace convencido del todo”, explicó. De hecho, continuó con su reflexión. “Publica un texto en latín de abdicación que ha dado mucho que hablar a muchos teólogos. Él renuncia al oficio de Papa pero no a ser el Papa”. “Un asunto de fondo de mucho cuidado”.

Otro de los tertulianos, planteó una versión más espiritual para fundamentar el retiro de Benedicto XVI. ”En la intimidad de la oración con Dios, él no se veía capacitado para llevar a cabo su tarea”.

Un interviniente mostró su pesadumbre y confusión con la dicotomía del papado, “con dos Papas”, añadiendo que “ese título no existe en la Iglesia”.

En referencia a la deriva que ha tomado Francisco, una de las voces sostuvo que “un Papa no está para proclamar sus propias ideas sino para uncir a la Iglesia a la palabra de Dios”. “Su misión”, prosiguió, “es que no se adultere y sí se prolongue la palabra de Dios”. Otro de los intervinientes añadió que “al Papa le gusta opinar de política, de todo, de cualquier tema”, y, sin embargo, “no lo hizo ante la presencia de urnas en las iglesias de Cataluña”.

También se cuestionaron algunos de sus comportamientos públicos. “No es nada discreto y sí soberbio cuando retira la mano con energía para evitar que le besen el anillo”.

El debate se abrió de nuevo acerca de las declaraciones del actual Pontífice cuando declaró que el mejor modelo de Iglesia estaba en China. Alguno de los presentes, ironizó sobre su simpatía hacia el comunismo y su rechazo al capitalismo. Además, se criticó su decisión de desautorizar a la iglesia clandestina china y su obligación de seguir a la iglesia patriótica del Partido Comunista Chino. “Ha vendido a sus perseguidores una de las iglesias martiriales que más fiel ha sido a Roma, y eso es un delito de traición”, sentenció uno de los tertulianos.  Todos coincidieron en afirmar que el “marxismo es una herejía”.

El Grupo de los 9

Los famosos 9, que forman el grupo dirigente en el seno del Vaticano, muy próximo a Francisco, acumulan, desvelaron los presentes, muchas denuncias y reclamaciones. Y pusieron sobre la mesa figuras controvertidas como el rector del Seminario de Honduras o el cardenal chileno acusado de encubrir a Barros en casos de pederastia.

También se dijo que, cuando arrecian profundas crisis ideológicas en el seno de la Iglesia, surgen movimientos renovadores y gente que devuelve el vigor a la comunidad de cristianos católicos. Otro contertulio respondió que sería “más honesto y necesario buscar un compromiso individual para que esto -la situación que vive ahora la Iglesia- cambie mañana o lo más pronto posible”. La voz precedente respondió que “las puertas del infierno no prevalecerán ante ella”, aludiendo al hecho de que la institución tiene los mecanismos para arreglarse por sí misma.

Se volvió a la carga sobre el hecho de que es la primera vez en la historia de la Iglesia que un Papa pone en cuestión “de manera consistente” la propia doctrina, sin olvidar que ha habido papas “reprobables”, aunque más “por su comportamiento terrenal que ideológico”.

Hubo puntos en común al reconocer que algunos sacerdotes y miembros de la Iglesia no son críticos y tampoco admiten el análisis por parte de los fieles, lo que está socavando la acción de la Iglesia y disminuyendo la “capacidad para escuchar la verdad”. Uno de los invitados indicó que “cuando entro a la Iglesia me quito el sombrero, pero no la cabeza”, en referencia a su voluntad para indagar la verdad y mostrarla frente a los eclesiásticos. Se advirtió que hay incluso una situación de miedo en el presbiterio y la jerarquía episcopal. “Nadie quiere hablar y cuestionar la autoridad”.

En lo que sí hubo unanimidad fue en elogiar una frase de San Ignacio de Loyola, quien afirmaba que “hay que trabajar como si todo dependiese de nosotros y rezar como si todo dependiese de Dios”.

Otro participante afirmó que lo que más le escandalizó fue que en uno de sus viajes contestó “a tumba abierta” sobre los homosexuales “quién soy yo para juzgar”, cuando “en cualquier confesión no tengo más defensor que el que está en el cielo”. Volviendo a la crítica hecha por un grupo de académicos, se cuestionaron los nombramientos de obispos, cardenales “claramente homosexualistas”. Cristo juzgó “y mucho”. “A Herodes lo llamó zorra y a los fariseos les dijo de todo”.

Se recomendó releer los Evangelios y profundizar en la relación de Cristo con los brazos armados, ya que nunca “renunció a las tres espadas de que disponían Pedro y otros miembros”.

Un Papa “simpático”

Este Papa está visto desde fuera como alguien simpático pero despierta muchas suspicacias dentro de la Iglesia y abjura de todos los principios. “Y la Iglesia tiene como mandato divino no adaptarse a este mundo. El tertuliano recordó que la Iglesia “durante su historia se opuso a todos los movimientos coyunturales, como el paganismo de Roma, la violencia del siglo XIII, utilizando la humildad de la orden franciscana o la crisis de los bogomilos, unificando la orden de predicadores. Igualmente, ante el luteranismo ni se pliega ni lo acepta, generando el espíritu de la Contrarreforma. Y ante la tempestad racionalista del siglo XIX, condena el principio de autonomía de la razón”. Su reflexión fue que “la Iglesia lo que ha hecho siempre es contraponerse al mundo, no adaptarse”.

También se reprobaron los intentos del Vaticano de abrirse a nuevos fieles basculando su política hacia la izquierda, porque “no van a ganar a nadie más y van a perder a sus verdaderos fieles”. En este sentido, aludieron a que el “Señor durante su predicación no modificó su discurso pese a que mucha gente no le escuchaba y se le iban”. Se recordó la obsesión de los curas por llenar la iglesia cuando “debe ir quien quiera y no preocuparse de los números”, aunque a continuación se matizó “que su misión debe ser evangelizadora y atraer nuevos miembros”, pero no a costa de los principios. También se adujo que la Iglesia sigue en pie después de 2.000 años porque “sigue fiel a la doctrina católica”. Y se puso como ejemplo la dispersión de la protestante que “en Estados Unidos empezó siendo dos y ya va por 300 iglesias”, añadiendo que “han desvirtuado la verdad del Evangelio”. Por este motivo, se mostró preocupado el tertuliano porque “este Papa nos lleve por dicho camino”. “Lo peor”, advirtió uno de los presentes, “es que Francisco dé un paso al vacío y termine generando un cisma”.

Entrevista Jordi Évole

En relación a las declaraciones vertidas durante la entrevista con Jordi Évole, uno de los participantes calificó al Papa como “un indocumentado” y poco “inteligente”. Sobre las simpatías que despertaron sus respuestas entre las comunidades más alejadas de la Iglesia, destacaron su papel como “Papa de los ateos”.

De forma irónica, los presentes sugirieron que la fórmula era resistir a este Papa como “San Pablo hizo con San Pedro”, no en cuanto a la autoridad sino en cuanto al “ejercicio de esa autoridad”. “Y si está en peligro la fe, el inferior tiene todo el derecho de reconvenir al superior”. Recordaron, en este sentido, que “poner en cuestión al que manda, cuesta mucho trabajo y hay que tener valentía”.

Un tertuliano lamentó la “deconstrucción de todos los valores” que está sufriendo la civilización occidental. “Y trasladado a la Iglesia, el síndrome de Edipo cultural de Occidente ha penetrado en ella”.

Otra de las voces señaló la domofobia como un peligro que ha pasado desapercibido. Es decir, la repulsa a lo que te es propio, “lo que explica en una gran parte la hegemonía cultural actual que se ha impuesto en Europa Occidental y la UE”, que “está demoliendo los principios morales que la elevaron”.

Hubo quien apuntó que el marxismo cultural ha dominado Occidente. Y que la domofobia es uno de sus productos.  Sobre todo, si la guerra es para luchar contra el comunismo. “Hay una infiltración marxista que llega a todos los rincones de la sociedad. Y por eso parece que votar a la izquierda es bueno. Las ONGs son una especie de quinta columna”.

Un interviniente mostró su extrañeza porque en el cine, la televisión o las series no ha habido “ni siquiera un personaje que encarne los valores conservadores”. “No hay ni uno”. “Y eso a la derecha le da igual”.

También se indicó que “no hay editorial en la enseñanza que no enseñe la Historia si no es desde una perspectiva marxista”. Y la historia debe enseñarse “desde otro prisma y desde cualquier punto de vista”, advirtió uno de los presentes.  Se criticó que en los actuales manuales el “empresario queda demonizado” y no se defienden elementos fundamentales como “la familia o la propiedad privada”.

Hubo un recuerdo especial al intelectual e historiador Ricardo de la Cierva. “Se le cerraron puertas y se vio obligado a fundar su propia editorial”. Y ello “pese a vender muchísimo”.

Se reprobó la actual hegemonía cultural de la izquierda en este país, “que empezó con Franco y ha supuesto un rodillo”. Uno de los presentes se remitió a Rajoy y “a la derechita cobarde”. Dicho esto, señaló que Vox ha relanzado la guerra cultural.

Sobre determinados temas, hubo consenso en que “lo peor es el totalitarismo que promueve la autocensura del pensamiento, porque todo el mundo tiene claras sus ideas pero tienen miedo a expresarlas”. Criticaron el discurso totalitario de la izquierda por ir “en contra de la razón y la libertad”. En este sentido, se aludió a la figura de Alicia Rubio, una escritora que ha sufrido escraches por oponerse a la ideología de género.

Deja un comentario

El email no será público.