El cardenal Ángelo Becciu, durante el pontificado del actual Papa Francisco fue un hombre de su confianza y en febrero de 2017 fue elegido delegado especial ante la Soberana Orden Militar de Malta. El escándalo que ahora está en juicio estalló en 2019 al publicar la prensa italiana que algunos funcionarios vaticanos habían sido suspendidos de empleo tras detectarse “graves indicios” de corrupción en un caso de inversiones inmobiliarias. Las investigaciones revelaron que la compra de un edificio en Londres había contado con fondos del Óbolo de San Pedro, institución que recoge las donaciones de los católicos para financiar las obras caritativas de los papas. Es la primera vez que un cardenal se sienta en el banquillo.