Unicef se presenta como una organización de ayuda a la infancia, pero es menos conocido que está unida al movimiento feminista más extremo en favor del aborto en las Naciones Unidas. Esta agencia de NU fue fundada para ayudar a niños desplazados tras la Segunda Guerra Mundial pero desde entonces hasta hoy se ha desviado bastante de sus primeros fines hasta tal punto que está a favor del acceso de los niños a la pornografía como uno de los derechos humanos y por favorecer la educación sexual. Incluso en una ocasión, la Santa Sede detuvo su donación anual simbólica a Unicef.