En las últimas semanas, muchas empresas se han visto forzadas a implementar la modalidad de teletrabajo para continuar siendo productivas durante la crisis del coronavirus. El teletrabajo permite realizar las mismas funciones profesionales que el trabajo presencial, solo que haciéndolo desde nuestras casas. Sin embargo, en contra de lo que muchas empresas consideran, esto no significa reducir la productividad ni trabajar de forma descoordinada.
Entendemos que no todas las empresas por su naturaleza pueden apostar por el teletrabajo, pero desde Proyectanda queremos hablar de nuestra experiencia y explicar alguna de las ventajas a las que nosotros mismos sacamos partido en nuestra organización. Si aún eres reacio a implementar el teletrabajo en tu empresa, aquí tienes algunos motivos que puede que te hagan cambiar de opinión.
Flexibilidad
Con la modalidad de teletrabajo, los trabajadores tienen cierta flexibilidad que les permite adaptar las jornadas laborales a sus necesidades. Este hecho favorece también la conciliación, y está ligado al trabajo por objetivos en lugar de a la jornada laboral rígida. Gracias a esta flexibilidad también podemos combinar las dos modalidades, presencial y teletrabajo. Así, por ejemplo, podemos comenzar la jornada laboral en casa y desplazarnos al lugar de trabajo más tarde, o volver a casa a la hora de comer y continuar trabajando por la tarde desde casa.
Conciliación
Respecto a lo que comentábamos anteriormente, el teletrabajo nos permite una mejor conciliación de la vida profesional con la personal, muy especialmente en aquellos casos en los que los trabajadores cuentan con personas a su cargo. Este hecho tiene como consecuencia una mayor tranquilidad y felicidad para el empleado, aumentando la productividad y mejorando la percepción sobre la empresa. Esto tiene como consecuencia directa una mayor implicación del personal de la organización con la misión de la misma.
Reducción de gastos
Algo esencial a la hora de pensar en el teletrabajo es considerar la reducción de gastos y también del impacto medioambiental. Lo primero es evidente, al no tener un lugar de trabajo fijo, la empresa reduce los gastos en alquiler, electricidad, internet… Además, al permanecer la plantilla en sus casas, se reduce combustible, por lo que se reducen los niveles de contaminación.
Mayor productividad
El teletrabajo no está reñido con la productividad, sino todo lo contrario, ya que permite gestionar mejor el tiempo, lo que se traduce en una mayor eficiencia. La posibilidad de elegir el horario, por ejemplo, nos permite aprovechar las horas del día o las más tardías dependiendo de nuestro nivel de productividad a unas horas del día o a otras.
Atracción de talento
Este punto es muy importante. A veces las empresas se cierran a la localización geográfica a la hora de realizar procesos de selección, por lo que pueden perder la oportunidad de incorporar a la plantilla a un buen profesional. Al no tener que estar obligatoriamente en un puesto de trabajo fijo, se elimina esta restricción geográfica, ganando las empresas en talentos.
Si te quedaba alguna duda sobre el teletrabajo y sus ventajas esperamos haberlas resuelto en este artículo. Si nos acostumbramos a trabajar por objetivos y resultados, tenemos confianza mutua y responsabilidad, y somos capaces de coordinarnos para poner en común el trabajo y ordenar prioridades, seguro que sacaremos partido a esta modalidad. Parece que, en cierto modo, ha llegado para quedarse.