Maite Díaz Torres
La cadena VivaGym se encuentra entre las seis principales empresas deportivas low cost de España, junto con Altafit, McFit, BasicFit, Fitness Place y Fitness19. Ha sido impulsada por Bart Mermans, un empresario belga que ha decidido establecerse en España porque opina que es “un país muy dinámico, con un mercado grande y muchas oportunidades profesionales” en el entorno deportivo.
La cadena VivaGym ya cuenta con aproximadamente 20 gimnasios y 57.000 socios repartidos por toda España. Su secreto es hacer todo lo posible por ofrecer un servicio Premium a sus clientes a precios muy económicos, cuenta Mermans.
El nacimiento de las cadenas de gimnasios denominados low cost está transformando por completo el negocio del fitness. Nuestro país cuenta aproximadamente con 40 cadenas de estas características y algunas de las principales han sido impulsadas por extranjeros. Este año ha aumentado en un 27 por ciento la apertura de este tipo de centros, según datos de la consultoría deportiva Valgo.
Aunque 4.404 empresas deportivas de las 28.735 que hay en España se encuentran en Andalucía, lo que convierte nuestra comunidad en la segunda del país con más empresas de deporte después de la Valenciana (4.937), Bart Mermans no decidió mudarse a Málaga impulsado por razones profesionales sino “familiares”. El CEO de VivaGym se mudó a nuestra ciudad para “escapar un poco del ritmo de vida de Madrid, ya que Málaga es mejor sitio para criar a los niños”. Aunque sí admite que nuestra ciudad “cuenta con buenas conexiones nacionales e internacionales que hacen posible llevar un negocio sin ningún problema”.
Cada español gasta una media de 92 euros al año en bienes y servicios vinculados al deporte, lo que significa un gasto de unos 4.257,9 millones de euros al año según el Anuario de Estadísticas Deportivas 2015 del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Sin embargo, Mermans asegura que aun así, llevar adelante una empresa deportiva en este país es complicado, ya que los clientes son más volátiles. “El cliente español “es menos fiel que el de otros países. Si no utiliza el gimnasio, lo deja”. A esto se une el hecho de que el deporte es muy poco agradecido, ya que los resultados no se ven rápidamente y muchos clientes se echan atrás a los pocos meses al no ver los cambios.
Además, los gimnasios privados cuentan con mucha competencia y una gran cantidad fracasan al poco tiempo de comenzar, ya que los “inversores subestiman el trabajo que hay detrás de montar y llevar un gimnasio”. Mermans asegura que los factores más importantes para que un gimnasio funcione son “la ubicación, la conveniencia y el producto que se ofrece” y añade que “la falta de un análisis de mercado lleva a muchos gimnasios a cerrar sus puertas”.
A Mermans le gusta considerar VivaGym como una cadena de gimnasios low price, en lugar de low cost, considerando que la mensualidad en cualquiera de sus gimnasios puede llegar a rondar los 12 euros. Él asegura que “la calidad de las instalaciones y de las clases dirigidas, es superior” a la idea preconcebida que se tiene de los gimnasios low cost.
El secreto para conseguir un precio tan competitivo sin perder la calidad de las instalaciones, trabajadores o actividades es la optimización de los recursos y la motivación de los empleados. En VivaGym se prescinde de algunos servicios, como pueden ser el spa o las piscinas, para poder ofrecer el resto de servicios a un precio más bajo.
Para contrastar, estos gimnasios cuentan con una gran variedad de actividades. Algunos ejemplos son Body Combat, que combina la actividad cardiovascular con movimientos de las artes marciales, o Body Balance, donde se practica una mezcla entre Yoga, Taichi y Pilates. Todos los gimnasios cuentan con una zona cardiovascular, zona de fuerza, zona funcional y zona de peso libre y ofrecen la posibilidad de contratar un servicio de entrenador personal.
Mermans asegura que otro de los secretos del éxito de VivaGym es que se tiene muy en cuenta la competitividad de los trabajadores para conseguir mejores resultados. “Muchos de los empleados consideran el gimnasio como suyo, lo cual se fomenta mucho desde Dirección”, asegura.
El empresario intenta cada día mantenerse a la altura de la calidad de las empresas deportivas de nuestro país, que considera muy elevada. El CEO de VivaGym sostiene que “España cuenta con un mercado muy maduro y, sin duda, se encuentran los mejores monitores para las actividades dirigidas de Europa”. Ese es el motivo por el que da mucha importancia a la educación deportiva de sus monitores.
La mejor forma de luchar contra la competencia y conseguir que una cadena de gimnasios de bajo precio como VivaGym llegue a tener presencia en más de 11 comunidades de nuestro país, es estar “diariamente encima de las cosas, analizando datos, innovando y asegurándose de que nuestro producto siempre es el más actual del mercado”, asegura Mermans.
Y eso lo tienen muy en cuenta en esta cadena de gimnasios, ya que al contrario que otros grupos deportivos, que se centran solo en una modalidad de entrenamiento, en VivaGym se encuentran las últimas corrientes del mundo del fitness, como son el cross fit o la electroestimulación.