Cristina Herrera.- Yo no pongo el hielo, lo ponen ellos. Raúl Mena, Freddy Salazar, Yago González y Pablo Rodríguez, emprendedores que han roto el hielo en Málaga marcando la diferencia al entrar en el e-commerce con las bebidas espirituosas, una tienda de bebidas pero on line, vamos. Una entrevista que se convierte en conversación y que muestra su principal virtud, la cercanía y el marketing emocional que ponen en práctica desde sus inicios; incluso acercándose al cliente vía whatsapp hasta convertirse en amigo. Un éxito que señalan en el sector empresarial como el futuro de las ventas. Hablan los cuatro protagonistas de esta aventura empresarial.
¿Por qué os decidisteis por emprender?
Nos conocimos en el trabajo. Trabajábamos juntos en una empresa online muy potente. Cada uno de nosotros era responsable de un departamento y dijimos: “Si estamos trabajando para otros, podemos trabajar para nosotros mismos”. Básicamente, teníamos confianza en que podíamos hacerlo bien porque teníamos los conocimientos y la experiencia necesaria para montar algo por nuestra cuenta con un índice alto de probabilidades de que funcionara. Estábamos bien, pero después de varios días reunidos decidimos plantearnos esto.
¿Cómo fue ese brainstorming que hicisteis hasta llegar a la conclusión de que queríais crear Yo pongo el hielo?
¿A qué nos vamos a dedicar? Esa fue la frase que nos planteamos y la idea final salió en un bar tomando cervezas, fue cómo “¿por qué no nos dedicamos a esto?”. Estábamos buscando un producto que tuviese mucho consumo, mucho movimiento y el alcohol es un producto que se consume globalmente. Al final, sino tienes un producto masivo es difícil dedicarte al comercio electrónico porque a día de hoy los volúmenes que gestionas no son los mismos en el canal online que en el canal offline, por lo menos en el producto físico es más complicado.
¿Por qué elegisteis el nombre de Yo pongo el hielo?
Fue otro branstorming. Viene del típico grupo de amigos en el que siempre está el que no quiere gastar mucho dinero. Uno dice ‘yo llevo el whisky’ otro dice ‘yo llevo el ron’ … y este que no quiere gastar mucho dinero dice ‘pues yo pongo el hielo’. En nuestro nombre se ve que el producto es algo accesible. Nuestro slogan es ‘bebe mejor’ y esto no necesariamente tiene que significar ‘bebe más caro’ la diferencia de calidad de una gama a otra se nota y nosotros lo ofrecemos a precio asequible. Indirectamente le decimos al cliente ‘invierte lo mismo, pero en un producto de más calidad’. Al final, para todo utilizamos el es mejor menos cantidad, pero más calidad y con la edad lo vamos valorando.
¿Os planteasteis directamente mirar a lo grande?
Una cosa es que haya posibilidad de crecimiento y otra es la idea. Hay que tener una base muy grande y nosotros empezamos desde poquito. Nuestra primera idea fue la de ayudar al típico bar de pueblo que no tiene como conseguir producto, a los particulares … era ayudar primero a los que lo tienen difícil y después ampliar el rango y conseguir los mejores precios para ser competitivos con todo el mundo. Básicamente, porque eso es un nicho, la distribución de bebidas en una ciudad grande es fácil, pero hay muchos pueblos o simplemente gente a la que no le pilla una gran superficie cerca o no tienen coche… y unas botellas pesan. Ahí es donde encontramos nuestro nicho de mercado, y donde entramos nosotros.
¿Qué tipo de convenios tenéis con las empresas o festivales?
Depende de cada empresa. Con cada empresa tenemos acuerdos diferentes. En cuanto a festivales, por ejemplo, llevamos patrocinando el Festival de los Álamos tres años, pero también es porque por ubicación nos cuadra, es más fácil hacer los contactos necesarios para llegar a este tipo de acuerdos.
¿Cuál ha sido la inversión clave que os ha dado el éxito?
El venir de una empresa de comercio electrónico nos ha ayudado a conocer cómo se maneja esto. Nuestro tiempo y la paciencia también, hay que saber llevar esto. Nosotros hemos estado dos años hasta que lo hemos conseguido. La paciencia es muy importante para no echarse atrás ni venirse abajo. Aunque, evidentemente, lo más importante son los conocimientos, si nos hubiésemos decidido por otro producto, como zapatos, el resultado hubiese sido diferente pero el procedimiento habría sido el mismo. El tener cada uno los conocimientos necesarios en su área cuadraba para montar algo, igual el departamento legal es lo que se nos queda fuera, pero eso es fácil externalizarlo. El núcleo del negocio lo teníamos cubierto. Da igual lo que vendiésemos, si zapatos, bebidas o cometas, buscando un producto masivo, las operaciones son iguales, el marketing online es parecido, el desarrollo de una web no cambia tanto…
Somos millennials nos guste o no. Antes la motivación principal era la económica, ahora es emocional, nos tiene que gustar algo para hacerlo. ¿Se puede asociar esta idea a Yo pongo el hielo?
Totalmente. Nosotros estamos muy a gusto trabajando aquí, aunque tengamos que echar muchas horas, pero trabajamos con gente con la que te entiendes, te llevas bien y haciendo un trabajo que te gusta. Al final, si tienes una mentalidad emprendedora, trabajar para tu proyecto es mucho más gratificante que para otros, es como tu hijo. Es más, posiblemente si hubiésemos buscado trabajo por separado trabajando para diferentes empresas, posiblemente habríamos hecho más dinero que el beneficio que podíamos estar sacando teniendo en cuenta esos dos años que no hemos tenido ningún tipo de ingreso viviendo de tus ahorros. Esto es un plan a largo plazo, es un maratón, una apuesta.
¿Qué es lo que ofrecéis al cliente?
Aquí hay mentalidad de ir al detalle. Puedes tener creada la tienda, pero hasta que no tienes todo perfectamente al detalle para ofrecérselo al cliente realmente es complicado. Buscamos la calidad y el servicio al cliente. El producto tiene que llegar bien, y bien presentado, aunque haya que invertir un poco más en embalaje solo para dar un pequeño valor añadido al cliente y que el cliente se sienta a gusto. Al principio, enviábamos las cajas intentándolas proteger al máximo con toda nuestra buena intención, ahora hemos mejorado el embalaje mucho y seguimos experimentando con materiales nuevos. La calidad es innegociable. Recogiendo una frase de Steve Jobs, “un cliente olvidará lo que le has prometido, pero nunca olvidará lo que le has hecho sentir”, y no es lo mismo abrir un paquete que otro. Además, tenemos varios tipos de clientes, van asociados a los perfiles de nuestros productos. Básicamente, depende de la diferencia entre mayorista y particular, nada tiene nada que ver el perfil de uno con el otro, y dentro del particular tenemos el cliente que busca precio y el coleccionista. El coleccionista te busca, quiere una referencia en particular y hacemos lo imposible para que un pedido llegue a tiempo. Tenemos clientes muy atípicos, hasta un coleccionista de Malta que nos compra a nosotros whisky, es más, tenemos pendiente de enviarle un pedido la próxima semana, y ya este cliente se ha convertido hasta en amigo. Nos tratan de tú porque la atención es muy personalizada.
¿Qué es lo que os diferencia de otra tienda de licores?
El detalle y la satisfacción del cliente. Recibimos cantidad de clientes súper satisfechos, agradeciendo el cumplimento del tiempo e incluso el detalle de ofrecerles un regalito en el pedido. Nos lo agradecen directamente, los comentarios que hay en la web son comentarios reales de clientes que nos han dado su aprobación para publicarlos. Ofrecemos muchas vías de comunicación, redes sociales e incluso hemos sido pioneros en la utilización del whatsapp para atender personalmente, también disponemos de un teléfono gratuito sin ser un 902… para tratar de facilitarle todo al cliente. También podemos hablar de nuestros proveedores, están contentos de trabajar con nosotros, al final se crea un ambiente positivo y eso se agradece.
¿Está de moda algún tipo de licor?
La ginebra está imparable, pero sí que es verdad que también depende de la temporalidad. En invierno se comercializan más whisky y brandy, en verano más ginebra y ron. Pero hay una tendencia marcada sobre todo a la ginebra y la cerveza artesana. Va por temporada en el sentido de que el whisky premium, por ejemplo, se suele comprar como regalo para las Navidades por lo que suben las ventas de ese producto en esa temporada. El whisky es un clásico. Sí que es verdad que dentro del whisky y la ginebra vendemos sobre todo por marcas.
Durante la entrevista, estáis comentando realmente que utilizáis mucho el marketing emocional.
Mucho. No bebes por necesidad, bebes porque te gusta, es totalmente emocional.
¿Creéis que para avanzar actualmente en/con una empresa es imprescindible el marketing digital?
Debe de ser combinado. Está claro que el marketing online es el futuro, pero no te puedes centrar solo en el online, debe de ser combinado. Tener un teléfono, que es lo menos online del mundo, es básico para atender a los clientes y hacer tangible la empresa. El marketing digital es importante, pero tienes que cuidar el resto de canales.